La 27° reunión del Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico, Técnico y Tecnológico (SBSTTA-27) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) comenzó este lunes en Ciudad de Panamá, con la mira puesta en la COP30 de noviembre próximo en Belém (Brasil) y la COP17 de 2026 en Armenia.
"En cuanto a la crisis climática y de la biodiversidad, dos caras de la misma moneda, el marco ya establece el mandato. La SBSTTA ahora debe proporcionar la orientación basada en la evidencia para garantizar la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas", dijo la secretaria ejecutiva del CDB, Astrid Schomaker.
Los representantes de las 196 partes del CDB se concentrarán hasta el próximo 24 de octubre para revisar los avances científicos y técnicos del Marco Mundial para la Diversidad Biológica Kunming-Montreal (KMGBF, por sus siglas en inglés), adoptado en 2022 en Montreal para frenar y revertir la pérdida de biodiversidad.
"Me complace observar que se han logrado avances. 55 partes han presentado estrategias y planes de acción nacionales sobre biodiversidad actualizados o revisados que incorporan objetivos nacionales. Hoy, 140 partes presentaron un total de 3.300 objetivos para alinearse con el marco global sobre biodiversidad", señaló Schomaker.
La secretaria del CDB detalló que esos "esfuerzos demuestran la determinación de los gobiernos de convertir el marco en un instrumento dinámico que oriente políticas y acciones que aborden las causas de la pérdida de biodiversidad, restauren los ecosistemas y garanticen que la biodiversidad siga brindando beneficios esenciales para las personas y el planeta".
Sin embargo, la ejecutiva lamentó que "las cifras también indican que no vamos por buen camino", por lo que "a medida que nos esforzamos por lograr un mayor impacto, debemos reconocer que la pérdida de biodiversidad y el cambio climático son el desafío que define nuestra era".
Por lo anterior, Schomaker instó a "continuar y acelerar" el debate "sobre cómo podemos crear sinergias y acciones integradas".
Previa a Brasil
Los debates, según la información oficial del Ministerio de Ambiente de Panamá, abordarán la relaciones entre biodiversidad y cambio climático, la lucha contra las especies exóticas invasoras, los vínculos entre biodiversidad y salud, así como los desafíos en agricultura y bosques.
Las recomendaciones que surjan durante este encuentro se presentarán ante la Conferencia de las Partes (COP), destaca la información oficial.
"Esta reunión es crítica porque se da justo unas semanas antes de la COP 30 (en la amazónica ciudad de Belém) (...) Aquí se va a adelantar mucho de lo que va a ocurrir en Brasil en unas semanas", dijo a la prensa el ministro de Ambiente de Panamá, Juan Carlos Navarro.
Reunión con los pueblos indígenas
Además de la SBSTTA-27, la próxima semana -del 27 al 30 de octubre- tendrá lugar también en Panamá el primer encuentro del nuevo órgano permanente sobre el Artículo 8J, dedicado a los pueblos indígenas y comunidades locales.
En ese encuentro, uno de los grandes debates girará en torno al papel de los pueblos indígenas, que por primera vez contarán con un órgano permanente en la gobernanza de la biodiversidad.
Se analizará el reglamento de gobierno del nuevo órgano o el asesoramiento sobre la integración de los conocimientos tradicionales en el informe de progreso global sobre la implementación del Marco de Acción de Kimberley sobre el cambio climático, entre otros.
El CDB es un tratado internacional para la conservación de la biodiversidad, el uso sostenible de sus componentes y la distribución equitativa de los beneficios derivados del uso de los recursos genéticos, establecido en 1992.
El órgano rector del CDB es la Conferencia de las Partes (COP). Esta autoridad suprema de todos los Gobiernos (o Partes) que han ratificado el tratado se reúne cada dos años para examinar el progreso, fijar prioridades y adoptar planes de trabajo.
Con 196 partes, el CDB cuenta con una participación prácticamente universal entre los países y contribuye a abordar las amenazas a la biodiversidad y los servicios ecosistémicos -mediante evaluaciones científicas, el desarrollo de herramientas, incentivos y procesos, la transferencia de tecnologías y buenas prácticas, y la participación activa de las partes interesadas pertinentes-.